A lo largo del mes de febrero, hemos tenido el placer de celebrar las vidas y los logros de muchos afroamericanos que han dejado una marca indeleble en la historia de nuestra gran nación. Hemos presentado a científicos como Percy Julian, autoras como bell hooks y Octavia Butler, y a valientes atletas como Ibtihaj Muhamad.
Es un honor para mi seguir los pasos del incomparable embajador Terence A. Todman, uno de mis predecesores en el cargo de embajador en España y Andorra.
Al celebrar el Mes de la Historia Afroamericana, tenemos que admitir la continua discriminación y los retos a los que se han enfrentado las comunidades negras en EE.UU. y en todo el mundo a lo largo de la historia, y que continúan en la actualidad.
Por ello, es todo un orgullo desplegar esta pancarta que afirma que las vidas de los afroamericanos importan.
Como dijo Amanda Gorman en su obra “La colina que ascendemos”, el poema recitado durante la toma de posesión del Presidente Biden hace aproximadamente un año, “pues ser americano es más que el orgullo heredado, es el ayer que encaramos y cómo lo enmendaremos”